11.12.10

La maldición de los pingüinos

Los “pájaros bobos” se ofrecen al ser humano como un compendio de alegres y bondadosas virtudes, pero según narran las leyendas suramericanas en el pasado los pingüinos sufrieron la ira de los dioses como consecuencias de su soberbia, quién lo diría ¿no?.
 Al parecer estas aves eran consideradas las favoritas de los creadores y lucían unas bellas y fuertes alas con las que conseguían alzarse a las máximas alturas, desde donde se burlaban del resto de las aves. Pronto, los dioses empezaron a disgustar de la arrogancia de sus predilectos “Icaros” y en un arrebato de ira acortaron sus alas bloqueando su capacidad de vuelo.
Como no estaban acostumbrados a andar por la tierra, sus pasos resultaban torpes y graciosos, lo cual pronto atrajo la sorna de los seres de la naturaleza, que en desquite no cesaban de reírse de ellos.
Humillados, los pingüinos optaron por el ostracismo y se introdujeron en el océano y tomaron rumbo al inhóspito e inhabitado continente antártico, camino a un exilio del cual nunca jamás volverían.

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